sábado, 1 de octubre de 2011

Azul


Estoy aquí, frente a él. Me acaricia los pies tímidamente. A veces para, creo que no se atreve a seguir. Sabe que me ha hecho daño. Sabe que me está haciendo perder el juicio. Pero luego vuelve a deslizarse sobre mis piernas. Algo es extraño. Todo es extraño. Le veo a él pero, ¿es él? Sus ojos azules me atraen como nunca lo habían hecho. Siento que no puedo dejar de mirarlos. Me estoy volviendo loco. Sus ojos siguen aquí, frente a mí. Me llaman. Le amo, le amo con locura y con dolor. No es cualquier dolor, es punzante y mortal. Pero, ¿importa eso? Es amor. No puedo resistir. Me iré con él. Me entregaré a él. Le miro a los ojos y ya no veo nada más. Sólo el azul de su mirada que me envuelve. No sólo lo veo, también puedo sentirlo. Siento el azul en mi cuerpo, y ya es irremediable, formo parte de él. Su mirada termina de invadir mi cuerpo y yo levito. No puedo respirar. Ya no opongo resistencia. Es inútil. Soy suyo. Me dejo llevar por él. Azul. Todo es azul. Por todas partes. Azul.